No necesite nada para armarme de las suficientes habilidades que consiguieron alejarme de esa sensación que tanto dolor me dio. Al tiovivo que tanto me puede tener arriba como abajo.
Paso un tiempo y me quise por fin,
y deje también que me quisieran.
Click.
Cuando menos me di cuenta sentí una mano,
la cual me giraba la cara,
y abriendo los ojos te vi.
Estaba de nuevo frente a ti.
Volviste a aparecer,sí.
Volviste, a pesar del miedo que sabes que te tengo.
Y yo...siento que vuelvo a ser otra víctima tuya,
a la que cada noche haces derretir el corazón poco a poco,
a la que cierras los ojos para recordar,
volviendo a sacar la belleza que traes contigo y olvidando tus malas manías.
Y sí,es jodidamente bonito,
porque haces que sus manos se conecten con las mías,
que mi cuello lleve su olor aunque no le halla visto en días y los demás no huelan a nada.
Vuelvo a los dieciséis,
a esa ignorancia que me lleva desarmada hacia todo el dolor que puede acarrear ser feliz de nuevo junto a ti.
Sheila.