jueves, 27 de junio de 2013

Poema sin luz.





Siempre le he visto un punto erótico a la hora de la siesta. Justo en ese momento donde la persiana esta bajada y se cuela la luz por esas las pequeñas líneas. Esa luz que ahora mismo no me importaría que te calentara las piernas con los pequeños rayos de sol, mientras yo observaría cada reflejo en tu piel como un niño cuando se queda embobado viendo una burbuja en el aire.

Estoy borracha de melancolía y por eso escribo, porque escribiendo digo más de lo que hablo y pienso menos que de puertas para fuera. Así que déjame que te cuente que en este estado de embriaguez me encanta bajar las persianas para poder ver todo de una forma tenue y no asustarme. Como todo en mi vida, ni demasiado brillante, ni demasiado oscuro, pero con la suficiente luz que ayuda a ver las cosas justo en el punto medio que regala distintos prismas. Como esos rayos de luz que se cuelan en este mismo instante por mi ventana alumbrando esas piernas imaginarias.

Lija y terciopelo o como siempre entre el brillo y la oscuridad, pero aprovecha que están las persianas bajadas, para poder regalarte un bonito cumplido sabiendo que te dibujaría en cada poro de la piel un rayito de luz aunque de la puerta para fuera vuelva la incertidumbre y la nubosidad de este pensamiento tenue.


Sheila.


 


miércoles, 12 de junio de 2013

1:30.





Tienes un minuto y medio para saber de lo que hablo. Tienes un minuto y medio para darte cuenta que en este mismo instante podrías estar disfrutando de tu vida. Tus puertas están abiertas, olvídate de todo lo que te digan, y escucha (te): Hace poco tiempo escuche que solo con 20 años somos capaces de todo, ¡paparruchas! . Rompe todos tus papeles, usa aquello que nunca te has puesto por vergüenza y miedo al qué dirán, ama, baila, disfruta, ríe, llora, emociónate, abraza, escucha, corre, quiere, vive. Al fin y al cabo, es tu vida, y puedes hacer con ella lo que a ti te dé la gana. Y lo más importante, es que esta vida de la te hablo puede desaparecer incluso en un minuto y medio, el tiempo que gastas en leer esto.

Si de algo no puedes estar segura en esta vida, es del tiempo que te queda para poder hacer lo que quieres, y mientras, aquí, somos tan inconscientes, que se nos escapa de las manos, como si nos sobrase e incluso estorbase. Asi que ten claro que aunque tengas sesenta o veinte años, tu vida puede irse en un minuto y medio por mucho dinero que puedas tener, porque para ese viaje final no tienes condiciones. Por esto, por ti:
Vive, por que no tienes absolutamente nada que perder, salvo el tiempo. 


Sheila.