sábado, 11 de junio de 2016

Poesía invisible.


Yo escribo porque es mi forma de darme presencia intacta con un único momento,
yo no escribo para ti,
ni si quiera para mi.
Yo escribo palabras, no poesía, porque 
¿Quien decide definir esto?
Yo escribo palabras para darle forma a mi ser,
y para que dentro de un tiempo,
un instante preciso no me deje en el olvido.

Poesía invisible, 
porque mis manos no tienen cabida para algo tan grande.
Poesía invisible de chica invisible,
aparentemente nueva en la ciudad, 
pero dentro del barrio toda su vida.
Dejas tu energía en el aire como humo de escape,
sin dejar esbozos en sentidos que ni siquiera se prestan a hacerte un hueco

Poesía invisible de chica invisible,
estragos pocos pomposos de madrugada,
con la sencillez lisa ponderando su ser,
y mientras, el mundo,
hace poesía elogiando toda exageración reacia de contenido,
mientras ella paseaba por la ciudad sin ser vista.

Simple terrícola, 
compartiendo tierra.

Simple terrícola,
que no es vista por todos aquellos que se olvidan de poner los pies en su misma tierra,
por que quien decide andar por donde le guían,
llegará al final,
pero no disfrutara de este camino,
que es el de uno mismo,
y no el de los demás.


Sheila.

martes, 31 de mayo de 2016

Fábula de un Domingo sin Luna.


Ella era la Luna y yo el Sol; eramos el día y la noche. Sabíamos que nada nos unía, porque cuando yo salia, tu huías y así día tras día. Ay amor, hemos sido a los ojos de toda esta gente algo desunido, pero cuando yo tenia que irme, descansaba en tu oscuridad y yo te daba calor tras tus noches frías en vela. Hemos dado vida a algo que ahora ni siquiera podemos tocar.
Aún recuerdo cuando llegabas por las mañanas con esa cara pura y blanquecina, te conformabas con una cuna y te mecías entre estrellas que iban a parar a mi boca hasta que desaparecías arropándote debajo de mi calor madrugador. Ay amor, tu me dabas las fuerzas para iluminar mis mañanas, me ofrecías noches perfectas con tu cuarto menguante y hoy el mundo esta un poco loco ahí abajo porque no saben donde estamos. Nos hemos bajado en la estación equivocada y tu pretendes que de calor en este verano crudo y yo espero que me ilumines las noches mas oscuras de tu vida.
Fuimos la noche y el día, pero la complicidad hecha cielo. Y ahora los de abajo nos reclaman subiendonos en cuerdas que tiran de nosotros para poder dar un poco de cordura a la cotidianidad de sus días. Habrá que seguir subiendo amor, pero aunque me veas en el cielo azul yo solo sé que 'tu no eres sin mi y yo solo soy contigo', aunque el sol siga brillando como cada día.

Sheila.

martes, 10 de mayo de 2016

El mar de tus ojos.



La forma de tus ojos cuando sonríes,
aunque tu no lo sepas,
son barcas que me invitan a navegar en un mundo desnudo,
empujado por un tímido pestañeo,
donde todo estorba, menos tu alegría.

Sigue remando, sigue llenando de sequía tu verde jardín,
y jamás dejes que tormentas hagan un océano de tus pupilas,
porque con cada estremecimiento de tu mirar,
salvas a este inmigrante que decidió partir a un mundo mejor,
desde que se cruzo con tu tímido sonreír de ojos.

Sheila.



miércoles, 20 de abril de 2016

Carceleros omniscientes.


Vivo en una baldosa blanca en la que limito en sus vértices amarillentos.Vivo aquí, porque salir de estas cuatro líneas me conduce a un desequilibrio vital.

Tu también lo haces.

Yo aquí, tu allí y todos en cada uno de esos cálidos cuadriláteros, no vaya a ser que un día nos de por sacar el pie y caigamos al vacío. Aún así, estamos en el sitio correcto, donde debemos estar. En esta áspera y cruda baldosa, a la que le crecen paredes cada día y en la que temo el momento que toque techo y mi luz se oscurezca.

Aun así, estaremos donde tenemos tenemos que estar;
porque así, no nos equivocaremos.

Así, no volaremos en las alas de la libertad y no sentiremos el sabor crudo de chocar contra los barrotes de la opresión cuando nos suelta. Viviendo escuálidos en este triste baldosín, podremos crecer con un molde que nos prepare para saber comportarnos en esta vida; vida, que es lo único que tenemos y por ello, es mejor chocar contra la pared de la resignación y no abrazar la soledad de vuestra llamada desviación. Porque en estas cuatro paredes no nos habéis hablado de miedo, porque gracias a vosotros nos hemos convertido en esclavos. Y los esclavos son los productores del mañana, que es vida para hoy.

El problema lo tienen aquellos que contra la ley de la gravedad, intentan volar para romper este techo que cierra este triste habitáculo. El problema es que ellos conocen el miedo, saben lo que es el sabor de estas cuatro paredes que les asfixian y aún así, tienen la desfachatez de caer al vacío. Desequilibran el control,el poder y nos hacen pensar que más allá de nuestras baldosas hay vida y se convierten en despojos sociales.

Y es por esto, por lo que el problema habita en aquellas almas regladas en su propia ignorancia,
donde en algún hueco de su tímida consciencia,
sonará la voz de aquellos locos,
que emborrachados de cordura,
lucharon por su libertad,
y la tuya.


Sheila.






jueves, 3 de marzo de 2016

Las transparentes balas hirientes que chocan en tu pecho.

Ojalá pudiese soplar por ti,
y regalarle a esa cara de niña,
todos los buenos días que le hacen brillar como el sol.

Yo no pretendo quererte sobre todos los demás,
ni quiero que te ahogues en un romance que te deje solo tiempo al amor.
Quiero quedarme a vivir en tu alegría
y sumergirme en tus lagrimas cuando lloras
para tapar el hueco de tu desconsuelo.

Que mis dedos paseen entre las raíces de tu pelo hasta cansarse, 
y quedarme a dormir arropada bajo el tranquilo cerrar de tus ojos
Ese tranquilo cerrar de ojos,
que te muestra única y completa,
porque solo los cierras cuando nadie está mirando.

Si... Ella cierra los ojos y piensa que nadie le ve, 
y en la oscuridad de su retina, 
cree sentirse a salvo.

Me gusta verle a salvo consigo misma,
pero quiero que sea libre en la luz. 
Que abra los ojos y que su libertad no se limite a la opinión de los susurros que hacen daño.
Y que te mires,
que veas como te admiro por tu saber estar en un mundo tan cruel,
y que recuerdes que yo,
tiré mis ojos para verte mejor,
como olvide mi sexo para hacer el amor, 
o como nos atamos las manos,
para sentirnos de verdad.

Quizás algún día decidas arrancar los oídos a tu corazón,
y amarte a ciegas,
sin límite, como lo hago yo contigo, 
y recuerdes que ningún corazón esta al margen de los sentimientos intensos,
aunque no exista ninguno como el tuyo.

Sheila.

miércoles, 20 de enero de 2016

Me pregunto si la vida moderna no estará teniendo más de moderna que de vida.



Me declaro culpable de esta insensibilidad que se metió en mis adentros como una bocanada de aire que acoges en tu aliento. Me declaro culpable de dejarme llevar atada a las riendas de algo inexistente, pero que azota fuerte, que nos condiciona, que nos atrapa, que nos mata lentamente.

No pretendas engañarme,
no puedes volar siguiendo aprobaciones, no puedes considerarte libre con condiciones y no me vengas con la historia de tu independiente vida, si vives pendiente de los demás. Que rabia, saberme culpable de participar en esta mentira, que injusto vivir por y para los que están lejos y olvidarnos de los que tenemos cerca, que triste aquellos que vienen hoy a la vida y no puedan sentir lo que éramos antes de toda esta maquinaria barata en la que nos estamos convirtiendo.

Que precioso seria vernos sin este triste maquillaje que nos disfraza ante la sociedad moderna, que interesante seria escuchar unos argumentos fuera de 140 caracteres, que bonito seria fotografiarnos con los ojos y guardarnos en el recuerdo. Que tranquilo se quedaría el mundo si todos nos respetásemos y no impusiésemos una forma de vida sobre otra, pero… ¿qué vida? ¿acaso vives la tuya?.


Nos gusta lo incongruente, vivimos inconformistas a todo, pero seguimos el patrón general que por regla universal nos han impuesto vivir. Que te exijan ser algo en esta vida es obligación, sin embargo, que te idealicen el cómo, es el primer beso de despedida frente al espejo. Y así nos encontramos, compitiendo para ser los mejores, riéndonos de las diferencias, sintiendo arreglar el mundo sin ni siquiera preguntar si quieren cambiar y viviendo como si nuestra vida y la de los demás fuese nuestra.


Sheila.