La forma de tus ojos cuando sonríes,
aunque tu no lo sepas,
son barcas que me invitan a navegar en un mundo desnudo,
empujado por un tímido pestañeo,
donde todo estorba, menos tu alegría.
Sigue remando, sigue llenando de sequía tu verde jardín,
y jamás dejes que tormentas hagan un océano de tus pupilas,
porque con cada estremecimiento de tu mirar,
salvas a este inmigrante que decidió partir a un mundo mejor,
desde que se cruzo con tu tímido sonreír de ojos.
Sheila.
Y claramente esos ojos castaños con pinceladas verdes o viceversa, pues aun no lo tengo muy claro, deberían ser valorados, pues su forma de mirar rescata mundos, despierta luces y asienta raíces siendo así el mejor refugio.
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