Ahora que aquellos demonios se alejaron, ahora que parece que eres
libres, déjame decirte que es el mejor vestido que has podido llevar
nunca.Observar que el estampado de tu camiseta no es lo más bonito de tu
cuerpo,sino la alegría que desprende esa risa con ganas. Esa risa
que huele a vida, por la que se te escapan margaritas entre tus dientes.
Margaritas con las que no juego con un sí o un no, sino con un quizás.
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