lunes, 5 de agosto de 2013

Hacia donde vas, corazón.




Dime dónde vas.
Dime hacia dónde vas con un corazón de tal calaña.
Explícame que tengo que hacer cuando todos se marchen enamorados y las calles se me queden grandes,
a pesar de estas ganas de gastarlas en compañía.

Dime,corazón, como hago para que estando sola,
el ratito del sofá que tanto nos gusta,
me sepa tan bien como cuando lleva tu olor.
¿Como le explico a mi cabeza que tendremos que apañarnos a solas con mi imaginación?

Dime donde voy queriendo hacer paraísos
después de haber probado tu cuerpo,
como aguanto la abstinencia con estas ganas repentinas de hacer tu cama la octava maravilla del mundo,
después de tu cuerpo.

Dime qué debo hacer cuando en este tablero se presentan damas,
pero ya he conocido a la reina.
No hay prisa por seguir avanzando en la jugada,
solo miedo.
Miedo a encontrar otra pieza que me haga volver a empezar la partida.



                                                                                                                                                           Sheila.







1 comentario:

  1. Y yo te preguntaría ¿Miedo a encontrar otra pieza que te haga volver a empezar la partida o de darte por vencida con la ya iniciada y aceptar que esa se acabo? ¿Podríamos vivir sin miedos? ¿Estos paralizan o son más bien los que nos incitan a seguir?.... Aunque ahora que lo pienso no son tan contrapuestos esos miedos, sino más bien una continuación el uno del otro...

    ResponderEliminar