sábado, 14 de diciembre de 2013

Tus maravillosos (d)efectos.




Por favor, quítate eso que haces llamar tus defectos.
Quítatelos y dámelos,
que yo me los guardo en un cajon
y además déjame darte las gracias por ello.

Así podre lamer todas tus heridas,
que te hacen ser diferentes.
Déjame que me quede con esos kilos que no te gustan,
que les hago un hueco en mis manos.
Dame todas esas marcas que te avergüenzan,
que me las tatúo en el corazón.
Regálame esas ganas de nada y ese mal humor.

Guardare todas tus inseguridades y miedos,
y los apretare contra mi pecho
cuando creas que todo eso me puede alejar de ti.
Y sin embargo,
esas cosas que haces llamar tus defectos,
son tus mayores bellezas.

No hace falta que me des tus mejores caras,
ni que vengas maquillada ni tus mejores galas,
no hace falta ni que vengas
para saber que eres el efecto más precioso que he conocido.

Déjame todas esas cosas que te pesan,
que yo las guardaré,
solo quiero que sepas que llegaras a ser tan perfecta
que llegarías a ser una copia aburrida mas del rebaño
y no hay mayor defecto que ser perfecta.

Y siento decirte,
que yo cada vez me siento más perfecta,
cada vez que veo esas cosas que haces llamar tus defectos.




                                                                                                                               Sheila.







 

1 comentario:

  1. Ojalá esa capacidad tan inmensa, real, desinteresada, cierta, intensa y entregada jamás desaparezca de ese corazón tan enorme como bello, tan rojo como mágico. De verdad, vivan y revivan las personas cómo tú

    ResponderEliminar