Hace tiempo que deje esa tarea al cuaderno y a la cama.
Me pierdo en mis poemas raros; en estas paginas amarillentas
que cubren estas noches frías donde me imagino paraísos perdidos,
en los cuales no existe nada de lo que ahora mismo me rodea.
Pocos entendéis de esta liberación.
Las cuatro paredes de mi habitación se han abierto,
han desaparecido y hace frio.
Lo hacen para dejar paso a la imaginación.
¿ Cual es tu paraíso perdido?
Ven conmigo,vamos a volar.
Vamos a ver esta ciudad por encima de los tejados,
vamos a espiar para ver como la gente se esta queriendo,
como duermen y se abrazan.
Vamos a morirnos de esta maravillosa envidia.
Seamos ángeles por encima de todo.
Sin movernos.
Como yo ahora,
que vuelo sin moverme,
buscando ese paraíso perdido que quizás esta a miles de kilómetros,
o quizás en mi propia cama.
¿Quien sabe?
Quien sabe si esos paraísos existen por si solos...
...o los formamos con nuestras ganas.
No tengo ni oro ni plata,
pero puedo formar paraísos perdidos.
Sin necesidad de oro ni plata.
Cierra los ojos, que alla voy.
Sheila.
Sheila.
Sabes me has hecho preguntarme cuál es mi propio paraíso perdido, y creo que es ese que se abre cuando me encuentro delante de mi libreta con bolígrafo en mano y mi corazón dispuesto a viajar por dentro y fuera de él... ese que tanto echo de menos, pero que leyéndote parece que vuelve a animarse a presentarse ;)
ResponderEliminar"Quien sabe si esos paraísos existen por si solos...
...o los formamos con nuestras ganas."