domingo, 1 de diciembre de 2013

Resbala.




Tengo miedo de dejar que el agua corra
y nos encontremos de nuevo en desvíos,
como esas gotas que se unen en el cristal mientras llueve.

Suelen decir que el miedo es para los cobardes,
pero quisiera yo ver a algún valiente
saliendo de tus adentros como si nada hubiese pasado.
Intentar salir de ti sin ninguna lanza en el pecho,
es como intentar volar con las alas atadas.

Tengo miedo de que una simple tarde de invierno,
el aire de roce con tanta fuerza y te rasque
que te descubra más por dentro.
Miedo a (des)cubrirte,
cuando tú te hayas cubierto,
y no tengas frío.

Entonces arderán las yemas de mis dedos
como lo hacían las tuyas cuando te metías dentro de mi
y tu aire se convertía en mi mejor calefacción.

Pero ahora que el invierno se asoma y aprieta el frío,
me queda esta humildad de conformarme con tu recuerdo
como el mejor secreto,
ardiendo por dentro.





                                                                                                                                                 Sheila.




 

1 comentario:

  1. Y no se yo si lo llamaría humildad o más bien la englobaría en ser una persona valiente, que es consciente de que lo único que "poseemos" es el presente y que tiene unas increíbles ganas de vivir y sentir la vida de la mejor manera que sabe y siente (redundancia donde la hayas)

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