A veces me gusta imaginarme detrás de otra piel y así poder verte de cerca. O ser hoja de aquel árbol que da a tu ventana y espiar detrás de un nido la forma en la que amaneces cuando te da el primer rayo de sol de la mañana en la cara. Me gustaría verte en blanco y negro y sonriendo, en color sepia hace años o en colores vivos cuando miras.
A veces voy por la calle y te imagino en las caras de las personas, en el reflejo de los escaparates, en los asientos de los coches que cruzan por mi lado o viviendo en algunos de los edificios que forman esta ciudad. Te imagino haciendo tu vida sin mí, te imagino feliz, paseando por los parques, te veo mirando a los ojos, riendo, excitada y llena de vida.
Pero solo hago eso, imaginarte, porque me gusta verte libre, aunque tu libertad limite en la frontera de unos brazos que no son los míos. Como estoy yo, en unos brazos que no son los tuyos, pero libre la una de la otra. Y llegaré a esos labios que se apoyan en los mios y me besan, viviré acorde con su mano, le amaré, pero no seras tú, y en algún momento, por un instante, tanto tu como yo, nos imaginaremos libres con nuestras vidas, pero atadas al recuerdo de aquello inexistente y poderoso que no fue, ni será, porque vivimos amando, y no hay mayor delito que hacer sangrar a un corazón, por culpa del gran misterio de unos labios que jamás probaré por la cobardía respaldada de tan sediente deseo como es sentirla conmigo.
Sheila.
Ojalá supiera escribir con palabras este cuerpo paralizado debido a tanto sentimiento como desprenden cada una de las letras que tú has sabido perfectamente plasmar aquí y que tan bien representan a esa manera de sentir, ver, pensar y percibir la vida y el amor que nunca deja de sorprenderme, la cual hace que mientras dura la lectura nuestra sangre se convierta en pura sensaciones, haciendo así que una vez que el texto se termine solo quede un cuerpo recorrido por auténticas emociones impagables.
ResponderEliminarGracias, muchas gracias de todo corazón de verdad, por ser todo un regalo para mi corazón, por no parar de dar lecciones sin querer pero sintiendo. Gracias por convertir las palabras olvidadas en palabras sentidas y expresadas. Forgotten Words
Cuando el pasado es 'por siempre' se llama presente.
ResponderEliminarNo hay que abrir regalos nunca antes de tiempo,
pero como presentes que son llegará el momento de abrirlos,
y menos mal. :)
Estaba buscando otra cosa y de pronto me ha aparecido esto y lo he leído y he sentido que me ha ocurrido exactamente lo mismo, curiosamente lo que estaba buscando eran símbolos o señales que aparecen en nuestra vida, joder y puede que tal vez esta sea una. Un placer haberte leído.
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