Sabía que esto
tarde o temprano tenía que pasar,
es tan simple
desde fuera,
pero tan
complicado por dentro.
Ha pasado algún tiempo,
pero la evidencia
siempre es mas lista
siempre he querido
cambiar de ambiente,
sentir que soy el
cien por cien
y no solo lo que
se ve con la apariencia.
¿La vida es una
hija de puta?
Te van brindando
opciones, te va sorprendiendo cada día,
pero todo produce un efecto mariposa.
Vuela y vuela
mariposa…
porque cada vez
quieren que me conforme más,
porque esta rutina está ahogando
porque estoy
desaprovechando todo lo que puedo dar…
todo lo que llevo
dentro.
Una madrugada,
entre tantas,
me di cuenta que
no valoramos nuestras sensaciones,
no les damos importancia.
Por la noche
florecen esas sensaciones, las de verdad, y… :
¿Qué sientes? ¿Qué
echas de menos?.
Tengo ansia de
volver a sentir como nunca,
de una fusión entre
pasión y deseo,
me encantaría poder
ir escogiendo momentos de mi vida
para poder
vivirlos como los viviría ahora que sé de lo que va esta vida.
Solo puedo decir
que no reprimas tus sentimientos,
que olvides los “peros”
y te cuestiones más ese “y si…”
¿Y si hicieses
todo lo que realmente sientes?
¿Y si te lo
propones?
Todos tenemos el
poder de elegir sobre nosotros.
Cada vez estoy más
segura de que simplemente existen dos tipos de personas:
Los que creen que la vida es una hija de puta
y los que dejan pasar de largo sus deseos en las noches más melancólicas.
Diciembre no se esta portando bién.
¿Y no pueden existir los que saben que la vida es una hija de puta, pero no pueden evitar seguir amándola a pesar de todo y gracias a ello? CHAPÓ con este texto
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