martes, 15 de septiembre de 2015

Yo también.


Yo se como ella sufre.
Lo sé, porque yo también lo he vivido.

Yo me enamore perdidamente de algo que ahora sé que no era para mi, pero en su momento lo fue.
Yo le amaba, aunque no me atrevería a decir como nunca he amado a nadie, pero sé que jamas lo he vuelto a sentir. Fue mi primer amor, un primer amor que era mio, aunque no lo fuese.

Abrazaba su cuerpo, aunque en aquella habitación solo hubiese ausencia. Me sonreía y, para mi, ese día no se acababa el sol, no existían apagones, aunque supiese que en ese mismo instante, ella estuviese regalando su luz a otro cielo que no era el mio. Aun así, después de maldecirla, le seguía amando. Conté mis pasos de su casa a la mía y aún los guardo en aquel cuaderno, aunque ya cruzo su puerta sin darme cuenta. No dormía por verla dormir, y cuando ella no dormía, me robaba los sueños a mi. Contaba las caricias que se le escapaban sin ser consciente y a modo de jeroglífico las apuntaba en un papel, porque ella no estaba destinada a leerlo de una forma distinta a como yo lo iba a entender.

Le amé en silencio. En las más amargas noches del no poder y en los días mas brillantes de su sonrisa. Aprendí con el tiempo, que la mejor y única curva que podría manejar de ella iba a ser siempre su sonrisa, su boca. Entonces, luché porque de la mía no saliese un terrible y tembloroso "te amo" en algún aspaviento de emociones al verla reír. Y así fue como mi amor se quedo enfocado en su boca. Así fue como yo rozaba su curva más preciosa, sin que ella se diese cuenta. Le veía feliz, y yo... me había enamorado desde que la vi de su sonrisa. Fue un poco mía, sin ser.

Es por esto,
por lo que no tendré la suficiente valentía de decirte algún día, que yo también. Porque me da miedo que me quieras como yo he querido. Por que no he vuelto a sentir aquello que había deseado que alguien, alguna vez en mi vida, lo sintiese por mi. Pero ahora te veo en mi piel y me das miedo, porque te quiero tanto que jamás soportaría ser aquellos ojos inconscientes del amor que con quince años me hicieron tanto daño. No puedo ser el papel central, porque siempre he sido un actor secundario que observaba detrás del director.



Creyendo escapar del guión yo cierro los ojos pensando que no me ves, que lo que toco no eres tu. Creyendo que eres el aire que no sufre, que solo roza y acaricia, libre del daño que todo ser humano puede llegar hacer a tu bella naturaleza.



Sheila.

1 comentario:

  1. Y en principio me descolocaste para terminar poniéndome justo ahí, enfrente de ese lugar que los poetas decidieron colocar en un órgano cómo es el corazón y tú con este texto has extendido a todo mi cuerpo.. porque es tan profundamente tuyo, es como ese susurro que casi no se escucha pero lo dice todo, lo más profundo e intenso que he leído tuyo y que más se acerca a esa manera de latir que tanto admiro...

    Si tuviera que describir este texto de alguna manera, diría que es el texto de AMOR, que ya más que ser el de excelencia, es el que más de una persona hubiese querido tener el valor de expresar y el que toda persona le encantaría ser capaz de expresar alguna vez. GRACIAS

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